Es cierto eso que dicen que uno vuelve recargado cuando regresa de un viaje. Estuve unos días en Arequipa, hermosa ciudad, hermosa tierra, siempre me ha encantado y siempre que regreso me dan ganas de quedarme a vivir ahí. He recuperado fuerzas, me relajé, me desestresé, he paseado mucho y comido delicioso. Estuve feliz por unos días.
Mañana he decidido que será un nuevo comienzo, he de reorganizar mi vida y ojalá sea tanto en físico como en intención, es decir, además de mi accionar también debería ordenar mis documentos, libros y material de estudio para la residencia, así como mi horario.
Estoy confiada que todo irá bien. Salimos de Lima por mi hermana, que estaba triste y necesitaba escapar de todo un mundo horrible que se le venía encima. Resultó haciéndonos bien a todos. Salvo hoy, que fue un día de flojera, los días que vienen tendrán más pilas y serán más ordenados, con dedicación y esfuerzo y mucha alegría y sonrisas y trabajo también.
Bienvenido nuevo comienzo, aunque siempre me quedo extrañando mi Arequipa querida y a mi familia amada, a mis abuelitos pidiéndole siempre a Dios que los bendiga.